Magnetismo y gravedad.

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domingo, 20 de marzo de 2011

Tras la pista de un recuerdo.



Por herencia familiar primero, e inquietud profesional después, Andrés Pardo (33) le tiene gran cariño al viejo formato Súper 8. Por naturaleza, también es "cachivachero". Todo eso conspiró para que, hace un lustro, este editor audiovisual uruguayo radicado en México desde 2003 adquiriera en un "tianguis" (algo así como una feria callejera de antigüedades) cinco rollos de películas caseras en las que una niña llamada Larisa resultaba ser la protagonista.

Un hecho tan simple como ese le disparó una serie de preguntas, de las obvias y de las otras: ¿Qué pasó con esa niña?, ¿por qué deshacerse de esas filmaciones de momentos felices?; basándose en registros familiares, ¿cómo se construye el recuerdo?, ¿qué función tienen esas pequeñas películas en la construcción de la sociedad y la identidad colectiva?

Esas preguntas son el origen del documental Buscando a Larisa, primer opus cinematográfico de Pardo. Para esa empresa, aún en construcción, alistó a su amigo, el fotógrafo Santiago Cassarino (34), también uruguayo, también radicado en México desde 2003, y también inserto en el mundo audiovisual. Dos horas de imágenes de una niña rubia, enrulada, "simpática, divertida y muy expresiva frente a la cámara de su papá", se transformaron en la materia prima y el motor de la idea. Son recuerdos felices que por algún motivo alguien decidió que terminaran en una feria de antigüedades, olvidados, abandonados.

Hay algo de autobiográfico en esta quijotada de andar indagando en historias ajenas y pasadas. Al igual que Larisa, Andrés supo ser protagonista de películas caseras en Súper 8 filmadas por su padre (ver nota aparte). Tal vez haya en él algún ánimo de redención. "Me da mucha lástima ver ese tipo de objetos por ahí. A veces en broma digo que alguien tiene que guardar estas cosas. Lo que más me interesó es la actitud de Larisa frente a la cámara. Siempre sabe que la están filmando y tiene una postura casi `performática` que le sale muy bien. Además de que (las filmaciones) son casi de una década, desde 1972 a 1980. Está la boda del tío Heber, vacaciones, los días de trabajo de su papá, los viajes en una combi, el baño en las cascadas de agua blanca; está todo ahí, una memoria familiar de diez años, filmada con pericia, además", dice el director a través de un correo electrónico.

Pardo define al contenido de los rollos que dieron pie a Buscando a Larisa como "motores de identidad". Lo explica: "Nos muestra lo que éramos y en base a eso podemos descubrir lo que somos". Eso dio pie a las preguntas que le sirven de guía. La sinopsis escrita del documental se explaya: "Con el pretexto de buscar a Larisa iremos redescubriendo nuestra propia historia. Veremos que el cine familiar no es como se piensa un simple e irrelevante compendio de momentos del pasado. Invitamos al espectador a recordarse a sí mismo y a sentirse nuevamente con ganas de permanecer en el tiempo, de no olvidar y de recuperar las memorias perdidas".

proceso. El documental aún está en la etapa de elaboración. Para fines de abril piensan culminar las entrevistas. Se han contactado con antropólogos, buceando en los significados de registrar los momentos felices. Han buscado en el Archivo General de la Nación mexicano. Piensan viajar al Estado de Tabasco, donde fueron grabadas la mayoría de los recuerdos de Larisa. El nombre de algunos familiares y de otras instituciones que aparecen en las filmaciones son pistas que alimentan lo que sería la frutilla en la torta de este proyecto: encontrar a la protagonista.

"No sabemos si está viva, esperamos que sí. El rollo más viejo donde aparece Larisa es del `72 y se la ve como de dos años. Así que asumimos que es del `70, así que tiene unos 40 años".

Pardo y Cassarino arrancaron las filmaciones en septiembre de 2010. Para abril calculan que terminarán las entrevistas; la postproducción, para septiembre. ¿El estreno? "Ni idea". Buscando a Larisa será presentada al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine, "que es como el FONA uruguayo"), buscando apoyo económico, hay intención de enviarla a festivales, no se descarta llevarla a la televisión.

¿Y si aparece? Una eventual aparición de Larisa sería una revolución. De ella, no tienen ni el apellido. Los anzuelos que arrojaron hasta ahora no han dado pique. Se tienen fe para su visita a Tabasco. Suponen que su padre es ingeniero civil, creen que su tío es egresado del Instituto Politécnico Nacional. Con sus fotos y los registros de los centros educativos, piensan buscar una aguja en un pajar. Curiosamente, el hallarla también significaría una incógnita, reconoce Pardo.

"Si no la encontramos, estamos trabajando en una línea narrativa y que la película se estrene igual. Y si la encontramos todo tendría que ser muy rápido: la edición, la postproducción y todo para llevarla a las salas". En este último caso, ¿qué pasaría con ella? "No sé lo que puede llegar a suceder. Esperemos que se ponga feliz y que acepte ser parte del documental. Entre otras cosas le queremos regresar sus rollos. Son de su familia y con ella deberían estar".

Lo particular del proyecto ya les valió un artículo en el diario Reforma que repercutió en otros portales noticiosos locales e incluso en la página de Imcine. También se creó un sitio en Facebook y un pagina web: www.buscandoalarisa.com. Según Pardo, a modo de respuesta han obtenido elogios, sorpresa, "y alguna que otra crítica, sobre que no está bien meterse en la vida de los demás...".

En el artículo publicado en Reforma, le preguntaron a Pardo si no consideraba a su documental "un tanto" voyeurista. "Sí, pues sí, pero no malicioso. Voyeurismo como el que existe hoy en Facebook, cuando alguien se pone horas a mirar fotos de desconocidos", respondió. Y agrega: "Pues, los documentales de eso se tratan, ¿no? De vidas ajenas".

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